Cada empresa industrial debe tener en cuenta que el tener señalización es esencial para la prevención de riesgos que pueda ocurrir. No sustituye a los EPP ni a los procedimientos, pero guía el comportamiento de trabajadores y visitantes, advierte peligros, orienta rutas seguras y acelera la respuesta ante emergencias. Una buena señalética reduce incidentes, mejora la fluidez operativa y ayuda a cumplir normativas. En este artículo revisamos qué tipos de señales existen, cómo usarlas bien, errores frecuentes y una checklist práctica para implementar o actualizar tu sistema.
¿Qué es la señalización de seguridad y para qué sirve?
La señalización de seguridad es un sistema visual estandarizado (colores, símbolos, formas y textos) que comunica peligros, obligaciones y acciones en el lugar de trabajo. Sirve para:
- Prevenir accidentes (advertir riesgos y zonas restringidas).
- Guiar decisiones rápidas (qué hacer / qué no hacer).
- Facilitar la evacuación (salidas, equipos contra incendio, puntos de reunión).
- Alinear la cultura de seguridad (refuerza hábitos y cumplimiento).

Tipos de señales (y cuándo usarlas)
- Riesgo
Color predominante: amarillo/negro (advertencia)
Uso: riesgos de caída, atrapamiento, energía eléctrica, sustancias peligrosas. Se colocan antes de ingresar a la zona de riesgo, a la altura del campo visual.
– - Obligación
Color: azul (círculo) con pictograma blanco.
Uso: “Uso obligatorio de casco/guantes/arnés”, “Protección auditiva”. Refuerza conductas requeridas para permanecer en el área.
– - Prohibición
Color: rojo (círculo con barra diagonal).
Uso: “Prohibido fumar”, “Prohibido el paso”, “No usar teléfono”. Reduce conductas que agravan el riesgo.
– - Emergencia / Evacuación
Color: verde/blanco.
Uso: salidas de emergencia, rutas de evacuación, botiquín, ducha y lavaojos, punto de encuentro. Deben ser claras, visibles de lejos y con redundancia lumínica en áreas críticas.
– - Contra incendio
Color: rojo/blanco.
Uso: ubicación de extintores, hidrantes, mangueras. Colocar a la vista, sin obstrucciones, con demarcación en piso y señal aérea si es posible.

Dónde, cuánto y cómo colocar la señalización
La colocación de la señalización de seguridad no debe hacerse al azar, sino respondiendo a una estrategia visual clara que guíe a las personas dentro de la planta, obra o espacio de trabajo.
- Puntos estratégicos de decisión: la señal debe estar siempre antes del riesgo o en zonas donde el trabajador debe tomar una decisión (ejemplo: intersecciones de pasillos, accesos a zonas de maquinaria, ingreso a áreas restringidas). Colocar el aviso después de la zona de peligro es inútil, ya que pierde su función preventiva.
– - Altura adecuada: lo recomendable es instalar las señales en el campo visual natural de una persona promedio, entre 1.5 y 2.2 metros de altura. Esto asegura que se detecten de inmediato sin necesidad de forzar la vista hacia arriba o hacia abajo. En caso de demarcaciones de piso, deben complementarse con pictogramas en pared para reforzar el mensaje.
– - Redundancia inteligente: en áreas críticas conviene combinar señales de pared + demarcación de piso + balizas luminosas o sonoras. Esto asegura que la advertencia se mantenga visible incluso si hay obstrucciones, polvo, humo o baja iluminación.
– - Cantidad adecuada: colocar demasiadas señales en un mismo lugar provoca saturación visual y el trabajador termina ignorándolas. Lo recomendable es priorizar peligros críticos y mantener una jerarquía: primero advertencias de alto riesgo, luego obligaciones específicas y finalmente información de apoyo.
– - Condiciones ambientales: en exteriores o zonas con alta humedad y polvo, la señalización debe ser fotoluminiscente o retroreflectiva. En lugares con riesgo de apagones, deben tener respaldo de iluminación de emergencia.

Errores frecuentes
Aunque muchas empresas invierten en señalización, los siguientes errores reducen su efectividad:
- Uso de colores o diseños no estandarizados
Algunas compañías diseñan sus propias señales con colores que no corresponden a la normativa, lo que genera confusión. Ejemplo: usar verde para advertencia en lugar de amarillo. Esto debe corregirse aplicando estándares internacionales (ISO 7010, ANSI Z535) o nacionales vigentes, y unificando criterios en toda la empresa.
- Señales pequeñas o mal ubicadas
Colocar señales en formato reducido o detrás de estructuras que las tapan hace que pasen desapercibidas. También ocurre cuando se instalan después del punto de riesgo. La corrección es clara: aumentar el tamaño según la distancia de lectura y reposicionar siempre en el campo visual antes de entrar a la zona peligrosa.
- Desgaste, suciedad o falta de mantenimiento
El polvo, la grasa o la decoloración por el sol hacen que las señales pierdan visibilidad. Un programa de inspección mensual y limpieza periódica asegura que estén siempre legibles. Si presentan desgaste o pérdida de adhesión, deben reemplazarse de inmediato.
- Saturación de mensajes
Colocar demasiadas señales juntas provoca que los trabajadores las ignoren, porque no saben cuál atender primero. La solución es auditar la zona, eliminar redundancias innecesarias y priorizar solo las más críticas.
- Falta de integración con la capacitación
Muchas veces los trabajadores desconocen el significado de las señales porque nunca recibieron formación específica. La señalética debe ser parte de la inducción de seguridad y reforzarse con charlas cortas y simulacros, para garantizar que todos comprendan los mensajes y actúen en consecuencia.
Cuando se diseña las señales de seguridad con sus respectivos estándares, se ubica donde realmente ayuda y se mantiene en buen estado, disminuye accidentes y mejora la eficiencia operativa. Invertir en señalética clara y vigente no es un trámite: es una estrategia de prevención que protege personas, equipos y continuidad del negocio.