El trabajo en entornos con riesgos biológicos exige medidas de protección específicas para salvaguardar la salud de los profesionales. Estos riesgos incluyen bacterias, virus, hongos y otros agentes que pueden afectar seriamente al organismo humano. Por ello, contar con el equipo de protección adecuado, así como adoptar buenas prácticas, resulta fundamental en sectores como laboratorios, hospitales, industrias de alimentos y áreas de investigación científica.
¿En qué rubros se debe considerar la protección contra riesgos biológicos?
Existen varios campos donde la exposición a agentes biológicos es un peligro latente.
- En el ámbito de la salud, médicos, enfermeros y laboratoristas están en contacto directo con fluidos y microorganismos.
- En la industria alimentaria, los trabajadores deben manipular materias primas y productos que pueden estar contaminados.
- También en la biotecnología y la investigación científica es común manejar muestras que requieren protección estricta.
Ignorar estas medidas en dichos sectores puede poner en riesgo tanto al personal como al entorno laboral y a la comunidad en general.

Tipos de protección contra riesgos biológicos
El equipo de protección personal (EPP) para riesgos biológicos se clasifica en diferentes elementos que actúan como barreras físicas entre el trabajador y el agente de riesgo.
1. Ropa de protección (batas, overoles, trajes de tipo BSL)
- Batas y overoles protegen al usuario de salpicaduras químicas o biológicas. En niveles de bioseguridad elevados (ej. BSL‑3 o BSL‑4), se usan trajes sellados con respiración positiva para prevenir cualquier tipo de exposición.
2. Protección ocular y facial
- Gafas y escudos faciales protegen contra derrames, aerosoles o fragmentos voladores. En procedimientos con alto riesgo de salpicaduras o aerosoles peligrosos, los goggles o caretas completas son indispensables.
3. Guantes especializados
- Se recomiendan guantes según el riesgo: nitrilo para manejo biológico/químico, térmicos para frío o calor, resistentes al corte, etc.
4. Protección respiratoria
- En situaciones donde los gases o aerosoles no están totalmente controlados, es necesario usar mascarillas N95, respiradores con filtro químico o incluso equipos autónomos en trajes de biocontención compleja.
5. Protección de pies y extremidades
- Se debe usar calzado cerrado y cubre-botas en laboratorios o campo para prevenir contaminación, lesiones o contactos por derrame o sustancias peligrosas.

Buenas prácticas en el uso del equipo de protección
Contar con el EPP adecuado no es suficiente si no se acompaña de buenas prácticas en su uso.
- Es importante colocarse y retirarse cada elemento siguiendo protocolos claros que eviten la contaminación cruzada.
- Asimismo, nunca se deben reutilizar guantes o mascarillas desechables, ya que pierden efectividad al entrar en contacto con agentes contaminantes.
- También resulta clave capacitar continuamente al personal para que conozca la importancia de la bioseguridad y practique hábitos como el lavado frecuente de manos, la correcta desinfección de superficies y la eliminación segura de residuos.
La importancia del mantenimiento y reemplazo
El equipo de protección contra riesgos biológicos requiere mantenimiento y reemplazo constante. Los respiradores deben revisarse periódicamente para asegurar la integridad de sus filtros. Las gafas protectoras deben limpiarse y desinfectarse después de cada uso, y los overoles o batas deben desecharse al cumplir su ciclo de vida. El costo de reemplazar estos equipos nunca debe verse como un gasto, sino como una inversión en seguridad y continuidad operativa, ya que cualquier descuido puede tener consecuencias graves.
Invertir en guantes, mascarillas, gafas y batas, además de fomentar buenas prácticas de bioseguridad, asegura no solo la integridad del personal, sino también la confianza en las operaciones de empresas e instituciones. El compromiso con la protección biológica es una garantía de responsabilidad y prevención frente a los riesgos invisibles que forman parte de la vida profesional.
